Que las campanadas suenen al dar las doce.
Que las uvas alcancen hasta al más pobre.
Que los buenos deseos sean gratis.
Y que lo nuevo nos tome de sorpresa.
Que las aventuras no sean caras.
Que las oportunidades ofrezcan la mano.
Que el mundo sea el sendero,
y los límites imaginarios.
Que los sueños no se agoten,
Que se logre lo querido,
Que se olvide lo dañino.
Que se encuentre lo perdido.
Que las mentiras tengan cola,
Que los discursos no sean planeados.
Que regresen lo que se han llevado.
Que ya no manchen la patria nuestra.
Que el año sea próspero.
Que la vida sea dicha.
Que la dicha sea para todos.