Suelo callar cuando te miro, las palabras no encuentro, se pierden en un abismo. Quisiera aferrarme a este momento, hacerlo eterno; que las dagas de tiempo no lastimen tu corazón ni el mío. El mundo entero se encoge en tu mirada. Cuando despierto ¡bendito panorama! Mis ojos en los tuyos. Que dulce dicha que nos ofrece la vida. Eres sol y eres noche. De mí nunca te marches.
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