Siendo honesta lo perdí,
mucho antes de que él se fuera.
Ajeno se marchó hace ya tanto tiempo,
que amarlo ya no recuerdo.
Los días, grises se tornaron
y amarillos nuestros corazones,
como páginas de antaño.
Perdimos las razones
por las que unidos fuimos.
Mi pluma desborda negros versos;
sin sueño ni anhelo,
todo es cotidiano ahora que estás lejos.
Quisiera encontrarte amor mío,
quisiera llamarte consuelo.
Se aleja de mi,
todo aquello que fue de ti.
De ti quedan cenizas.
De tu recuerdo queda nada.
¡Ya no vuelvas caballero!
Por el bien de mi corazón enamorado.